Costes de NO calidad
Se busca reducir el número de defectos del producto o servicio logrando un nivel mayor de sigma en búsqueda del nivel six sigma en el producto acabado, es decir, 3,4 defectos por millón, y con ello reducir al mínimo los costes asociados a los problemas de calidad en la empresa.
Si una empresa mejora el índice de calidad medido en sigma significa que ha reducido sus
defectos por millón y, por tanto, ha mejorado la calidad de sus productos. Al lograrlo
notará que se reducen los costes asociados a la baja calidad del producto (en muchos casos
no cuantificados), sobretodo los costes de reproceso y de garantías. Eso se traducirá en
una mejora de la cifra de resultados del negocio. Además, aumentará la competitividad de
la empresa.
Se consideran costes de no calidad los costes derivados de la falta de calidad, de la no
conformidad o no cumplimiento de las especificaciones de los clientes o de no alcanzar los
niveles de calidad requeridos. Incluyen los fallos y errores en el diseño, desarrollo y
producción antes y después de la entrega al cliente (garantía, etc.) que provocan su
insatisfacción. Como consecuencia de no alcanzar el nivel de calidad deseado, el cliente
puede optar por la competencia, arrastrando consigo a otros posibles clientes potenciales.
Una vez que se haya calculado los costes de no calidad y qué porcentaje sobre la cifra de
ventas representan, se tiene que calcular su nivel de defectos por millón de productos
acabados y mediante la tabla correspondiente obtener un nivel de calidad en sigma. Los
costes de no calidad aumentan a medida que baja el nivel de sigma. Se comprobará que
vale la pena usar la calidad del producto como una estrategia competitiva: la cuenta de
resultados mejorará.
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