viernes, 10 de junio de 2022

Ser mejor es más barato. Six Sigma y los costos.

 Costes de NO calidad 

Se busca reducir el número de defectos del producto o servicio logrando un nivel mayor de sigma en búsqueda del nivel six sigma en el producto acabado, es decir, 3,4 defectos por millón, y con ello reducir al mínimo los costes asociados a los problemas de calidad en la empresa. 


Si una empresa mejora el índice de calidad medido en sigma significa que ha reducido sus defectos por millón y, por tanto, ha mejorado la calidad de sus productos. Al lograrlo notará que se reducen los costes asociados a la baja calidad del producto (en muchos casos no cuantificados), sobretodo los costes de reproceso y de garantías. Eso se traducirá en una mejora de la cifra de resultados del negocio. Además, aumentará la competitividad de la empresa. 


Se consideran costes de no calidad los costes derivados de la falta de calidad, de la no conformidad o no cumplimiento de las especificaciones de los clientes o de no alcanzar los niveles de calidad requeridos. Incluyen los fallos y errores en el diseño, desarrollo y producción antes y después de la entrega al cliente (garantía, etc.) que provocan su insatisfacción. Como consecuencia de no alcanzar el nivel de calidad deseado, el cliente puede optar por la competencia, arrastrando consigo a otros posibles clientes potenciales.


Una vez que se haya calculado los costes de no calidad y qué porcentaje sobre la cifra de ventas representan, se tiene que calcular su nivel de defectos por millón de productos acabados y mediante la tabla correspondiente obtener un nivel de calidad en sigma. Los costes de no calidad aumentan a medida que baja el nivel de sigma. Se comprobará que vale la pena usar la calidad del producto como una estrategia competitiva: la cuenta de resultados mejorará. 



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